lunes, 9 de diciembre de 2013
Elige
Pensad que ahora por un instante cerrado, se parte el mundo en dos, se escinde otorgándote una proposición extraordinaria y mítica.
Te concede dos manos, con una puerta cada una.
En la segunda eres un dios y tu único poder reside en destruir todo cuánto existe.
En la primera eres tú, entras como saliste, sales como entraste. Como esas pesadillas en las que una habitación a través de una puerta te lleva a la misma habitación. Eres tú, humano, mortal, pequeño, puntual, la inmensidad y la conciencia te acompañan y tienes un largo camino que te encanta en lo terrible y en lo maravilloso. Tienes dos manos, esta mano te ha llevado a dos manos, las tuyas. Puedes ser artesano, humilde, paciente, reducido, mínimo si quieres pero puedes, puedes crear y eso llega hasta donde quieras, hasta donde te atrevas.
Yo tengo dos manos, y siempre escojo la primera, mi vida tiene entidad y esencia en ella. Siempre la he escogido y siempre la escogeré.
Yo les doy nombres, para mí se llaman esperanza y pasajero.
Yo estoy inmensamente agradecido y extasiado de todo cuánto vivo, porque sea lo que sea, yo debería estar muerto muchas veces desde hace tiempo y, sin embargo, estoy vivo y seguiré bebiendo del mundo hasta que saboree el origen.
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